Cáncer va por la vida con cautela canceriana, mientras que Aries se lanza a toda velocidad hacia su objetivo. Además, Cáncer quiere apreciar las cosas. Para él, el amor siempre tiene que ver con la seguridad. Es conocido por el culto a su esfera privada: en casa, entre sus cuatro paredes, es donde empieza para él la verdadera vida, el disfrute y la dicha; en el mundo, en cambio, acechan enemigos, peligros y numerosas incoherencias.
Aries lo vive casi al revés: ¡fuera suena la música! Allí encuentra las aventuras para su alma ardiente. El fuego (el elemento de Aries) y el agua (Cáncer) difícilmente pueden coexistir. De hecho, en muchas relaciones entre Cáncer y Aries hay una guerra permanente: ¿quién oprime más a quién? ¿Quién vive a costa del otro?
Se expresan características femeninas y masculinas muy típicas. Por lo tanto, la pareja suele funcionar mejor (y durar más) si se trata de una división de papeles de las denominadas clásicas: hombre/Aries, mujer/Cáncer. Tarde o temprano, sin embargo, siempre habrá un chisporroteo y un estallido, independientemente de si se trata de una relación "moderna" o tradicional y de quién sea Aries o Cáncer.
Esta conexión tiene más posibilidades si se encuentra el equilibrio entre descanso y actividad. Entonces ambos signos del zodiaco ganan algo: Aries conoce el mundo de los sentimientos, gana profundidad y visión espiritual. Cáncer, por su parte, recibe de Aries la inspiración que puede liberarlo de su autoenredo y de su eterno ombliguismo, y se vuelve más fogoso y vivaz.